En decoraciones con tonos suaves y neutros, la fotografía en blanco y negro le puede dar un toque interesante a tu ambiente. Como en este dormitorio de la empresa sueca Alvhem. Sé que me repito, pero me encanta cómo los suecos aprovechan la luz, con grandes ventanales y paredes blancas. En este caso, apenas la cama y el cuadro ponen una nota de contraste en este dormitorio que invita al descanso, sobre todo al descanso dominical. Me imagino un domingo de lluvia tras los cristales y un buen libro en las manos.
Si te gusta un estilo más íntimo para el dormitorio, la siguiente imagen puede ser una gran idea. Una foto muy personal, pero a la vez discreta, al no mostrar el rostro. Con una pared negra y un buen tamaño, el cuadro se convierte en protagonista absoluto. Además, no es un retrato difícil de hacer, cualquier día de playa te da la oportunidad, y no te tienes que preocupar del pelo, ¿no?
¿Por qué no atreverte con un buen retrato? Me gusta mucho esta imagen, sofisticada y reservada a la vez. Y como siempre, la luz protagonista absoluta en esta habitación.
Partir la fotografía en tres, como en este salón, es también muy interesante. En este caso, para la tapicería del sofá, no parece que haya una elección mejor que utilizar el blanco y negro. Me gusta el uso tan agradable del color, con los ligeros toques de color verde y las flores en la mesa.
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Vía Pinterest |
Un blanco y negro matizado en el mismo color de la pared. Una idea preciosa para dar calidez a la decoración, al emplear una foto llena de encanto de una fachada vieja. Combinar el papel de empapelar con la pintura aporta un toque extra en este comedor.
Terminamos con una idea tamaño XL, que bien se puede hacer en papel fotográfico como en papel de empapelar. Aquí el blanco y negro adquiere un ligero tono sepia, para cubrir las puertas del armario y dar profundidad a la decoración de este comedor.
Como siempre, estaré encantade de asesorarte si te interesa alguna de estas ideas.
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